Fondo rocoso para terrario

Empezamos cortando dos láminas de contrachapado, midiendo el interior del terrario por la trasera y un lateral, para poder trabajar con la espuma de poliuretano, pinturas, etc… sin manchar el terrario por dentro, así quedará un trabajo más limpio.

Aplicamos la espuma de poliuretano,(antes yo construí una cueva en la esquina, con cartón), y cuando empieze a secar, la aplastamos un poco, para cuando esté completamente seca, quede más compacta y dura.

Cuando esté completamente seca, empezamos cortando con un cutter, dando forma a las rocas y grietas.

Pegamos unas piedrecillas con cola, por donde queramos…

…yo utilicé arena de gato, je, je, que era la que tenía a mano en ese momento…

Las fotos salen muy amarillas, será por que tengo encendidas las luces.

Podemos añadir unos troncos, yo utilicé raices de mopani, cortandolas de tal forma, que pareciese que entrara y saliera de la roca.

Echamos más espuma, para empotrar bien las raices… ésta es de color azul

encajamos los troncos, y damos forma a las rocas…

Una vez bien seco todo, damos una mano con pintura de epoxi, para darle dureza, lo ideal es la resina epoxi, pero ni la encontré para el primer terrario, ni la he encontrado para el segundo, y viendo que me fué bien en el primero, la he vuelto a utilizar.

Se puede dar una o dos manos, y hay que dejarlo secar durante unos días, mejor al aire libre para que también se ventile bien, el olor es bastante fuerte.

Una vez seco, y cerciorándonos de que ya no huele nada a pintura, le damos una mano con cemento.

La forma de aplicarlo, es cogiendo poca cantidad con la brocha, y golpeando con la punta de ésta todo el fondo, de ésta manera no tapamos grietas, ni huecos en las rocas que queremos que luego se vean.

Como veis en la foto anterior, la parte izquierda queda más rugosa y real que la parte derecha.

El resultado:

detalle de la cueva

Por último, y antes de pintarlo, damos una mano de cola rebajada en agua, para tapar bien todo lo que la pintura epoxi y el cemento no han tapado, a lo mejor con dejarlo con la mano de cemento cola es suficiente, pero también lo hice en el primer terrario y ha aguantado más de dos años sin que se notara el menor desperfecto, y eso que Atila le ha dado caña con las uñas.

Vamos a cubrir todo con imprimación de color negro, para que así se aprecie el fondo sombreado de las rocas y para que la pintura agarre mejor.

Pulverizamos bien desde todos los ángulos posibles, siempre quedará alguna fisura o grieta, donde el spray no llegue a cubrir bien, entonces dentro del mismo tapón del spray pulverizamos un poquito, y con un pincel retocamos.

Una vez bien seco, empezamos con las pinturas.

Yo he utilizado dos tonos de marrón, más oscuro y más claro, y un tono hueso para el final, con tonos grises también queda de miedo. Las pinturas son acrílicas (las que se usan para pintar maquetas), aparte de que no huelen nada a pintura, van bien para un terrario desertico, en el que apenas hay humedad, aún así, cuando ya esté pintado, utilizamos un barniz mate en spray, para proteger la pintura.

Empezamos cubriendolo todo con el tono más oscuro, sin empapar mucho la brocha, que esté prácticamente seca.

Una vez seco (éstas pinturas secan rapidísimo), pintámos con el marrón más claro, utilizando la técnica del pincel seco.

Y para acabar, pintamos con el color hueso, con la misma técnica, pero rozando muy superficialmente las rocas.

El resultado:

Después de acabarlo, me dí cuenta que quedaba un poco oscuro, y con la fibra de coco no iba a resaltar mucho, así que repetí la última operación, pero en vez de utilizar color hueso, utilizé color vainilla, para darle un color más amarillento.

El resultado, después de aplicarle el barniz mate, (éste es un bote como el de la imprimación, y hay que pulverizar a unos 20 cm de distancia, y dando pasadas muy rápidas, si enchufas mucho tiempo al mismo sitio, acaba brillante)

Los troncos van pegados con silicona y atornillados por la parte trasera.

Ahora solo queda introducirlo en el terrario

Tuve que hacer un “apaño”, porque con el tope de madera, no entraba, luego ese trocito lo volvemos a encajar, y aquí no ha pasao ná!

Otro “apaño” para que entren todos los cables…

…que no son pocos.

Aquí la sonda que mide la temperatura de la zona fría, simulada en una roca…

…y la del punto de calor, introducida en un tronco, y la que previamente pegamos al suelo del terrario con una canaleta, para que no la mueva la pogona al pasar o escarvar.